Hola a todos!
Mi nombre es Luz Everni Castaño Sánchez, tengo 21 años oriunda de Salamina Caldas,
Estas son mis hijas….
Me llamo Johanna Alexandra Leòn Castaño, tengo 6 años y quiero se bailarina de ballet.
Hola me llamo Yerli Tatiana León Castaño, tengo 4 años y este año me gradúo de kínder, los fines de semana que estoy con mi mami le ayudo con las pinturas para las lámparas.
Yo me llamo Saira Nayibe León Castaño, tengo 3 años, soy la niña pequeña de la casa, soy muy consentidora y me gusta que me quieran mucho, yo le ayudo a mi mami a lijar los dibujos de las lámparas, estoy en transición y me gusta montar en la ruta para ir al colegio.
Y el es mi esposo Alejandro Cabrera, quien tiene 33 años, quien ha sido el gestor de este proyecto de vida y quien me ha impulsado para seguir luchando, ya que en alguna ocasión había perdido por completo las esperanzas de salir adelante.
De mi historia de vida puedo contarles que a muy corta edad viví en carne propia la crueldad de la guerra de la cual estoy huyendo e intento rehacer mi vida de la mejor manera, esta tarea no ha sido fácil ya que he tenido que afrontar situaciones adversas junto con mis hijas, las cuales tuve que poner bajo protección de una fundación donde me prestan un apoyo, que me permite buscar la forma de mejorar mis condiciones de vida donde no tenga que poner en riesgo la integridad de mis hijas como en otras ocasiones, cuando debía dejarlas al cuidado de desconocidos , donde recibían malos tratos.
En la actualidad junto a mi esposo he retomado gracias a su iniciativa algunas de las cosas que aprendí y que había dejado casi en el olvido a causa del pasado, para crear nuestro proyecto de vida, pues con ello aspiramos a mejorar nuestra situación económica y así poder tener la oportunidad de que reintegren mis hijas, algo que me ha sido negado varias veces por este factor y que para mi no es fácil conformarme con verlas algunos fines de semana. También a través de nuestro proyecto queremos darles a mis hijas las oportunidades académicas y de calidad de vida que a mi alguna vez me arrebataron.
Recuerda que cada vez que lleves contigo uno de nuestros productos no solo estarás comprando algo lleno de amor, dedicación y esmero sino el sueño de una familia que separada por las circunstancias desea estar nuevamente unida.
Nuestros lamparas en guadua son elaborados por todos y así como estás nos ofrecen la luz para seguir luchando por nuestras vidas.
Hace algunos años un gran numero de niños, niñas y jovenes se veian obligados a trabajar en las minas de carbón del departamento pero gracias a un proyecto que la comunidad gestó hace más de 25 años, se creo una cooperativa donde los jovenes contribuyen al bienestar de sus familias y el propio sin necesidad de arriesgar su vida en un socabon.
El Sol precolombino
Kasta Awakuq es una iniciativa familiar que se desarrolla fundamentalmente en el sector de Kennedy-Bogotá, sus integrantes desde niños hemos participado en diferentes procesos sociales en parroquias y organizaciones comunitarias, las cuales nos han permitido formarnos de manera crítica y propositiva para lograr la transformación de nuestra realidad.
Hola a todos!
Y el es mi esposo Alejandro Cabrera, quien tiene 33 años, quien ha sido el gestor de este proyecto de vida y quien me ha impulsado para seguir luchando, ya que en alguna ocasión había perdido por completo las esperanzas de salir adelante.
Solidarte desea invitarlo a usted y a su comunidad para que haga parte de la campaña que estamos sembrando para las fiestas de fin de año “En esta Navidad Promueve Dignidad” que junto con la Fundación Escuela Viajera buscan la autogestión de sus proyectos educativos y la promoción de un consumo responsable dentro de tu familia, empresa, comunidades y colectivos sociales a los pertenences.
Solidarte se configura dentro de la lógica del comercio justo que requiere con urgencia nuestro planeta y nuestra humanidad para generar cambios sustanciales tanto en la forma como explotamos nuestros recursos naturales con importantes impactos en el ambiente, así como en la forma en que las personas nos relacionamos a través de impactos que el mercado genera en nuestras forma de consumir y producir. 